La importancia de un buen estado de la tierra a la hora de sembrar es fundamental. Las labores superficiales de preparación del terreno hay que realizarlas justo antes de llevar a cabo la siembra. En este post nos centraremos sobre la siembra en surcos y siembra en plano o cobertera.
LA SIEMBRA EN SURCOS
Se usa tanto en sistema de riego como de temporal y en semillas tales como: maíz, frijol, garbanzo, sorgo y la caña de azúcar.
Bajo el sistema de riego y suministro constante de agua, por lo tanto la tierra a punto, se emplea la sembradora de hileras directamente y sin problemas. Pero en aquellas zonas donde la humedad requerida para el desarrollo adecuado del cultivo se encuentra sujeta a condiciones de lluvias estacionales es apropiado realizar la siembra empleando un fondo surcador.
Los fondos surcadores tienen la ventaja de abrir surcos tan profundos, como en el caso de siembras a busca jugo, cuando la humedad está ubicada muy abajo de la superficie o en siembra más superficial habiendo buena humedad. En esencia los fondos surcadores son rejas de doble vertedera que están sujetas por tornillos a un timón o brazo curvo conectado a una barra porta-herramientas, integral cuando esta acoplada al enganche de tres puntos, o de tirón cuando la barra porta-herramientas esta acoplada a la barra de tiro, en cuyo caso se disponen de ruedas reguladoras de profundidad.
LA SIEMBRA EN PLANO O COBERTERA
Para el caso de la siembra en plano o de cobertera esta se realiza casi en la superficie del suelo y con semillas pequeñas tales como: el trigo, la cebada, la avena y la alfalfa; así como semillas de muchos pastos y de flores. El equipo está conformado básicamente por sembradoras de tolva en tamaños variados, (acordes a la superficie que se deberá atender) ya que estos tipos de maquina son de muy alta eficiencia. Puesto que la resistencia en el suelo presentada por los conjuntos abre surco, discos de diámetro reducido, se ubican en su mínimo, lo que ayuda al buen desempeño y eficiencia de campo.
Para los casos en que se practica la siembra en plano es regla general que una vez realizada la siembra ya no se removerá el suelo con ninguna otra labor a fin beneficiar al cultivo establecido, a diferencia de las siembras en surcos en donde la escarda es una de las practicas usuales.
EQUIPO DE ESCARDAS PARA SIEMBRA EN SURCOS
Uno de los objetivos de la labor de escarda es poder llegar a eliminar el mayor número de plantas indeseables ya que estas tienen más habilidad y capacidad de competencia frente a las semillas sembradas puesto que las malezas, también conocidas como mala hierba, se encuentran en su medio de desarrollo, razón por la cual son mucho más agresivas en cuanto a competencia por nutrimentos, luz, humedad y espacio vital. De ahí que erradicar la mayor cantidad de maleza presente durante los primeros 20 a 35 días después de realizada la siembra sea de suma importancia para el desarrollo sostenido de las plantas así como el posterior rendimiento y calidad de la cosecha. También se pretende obtener con la escarda una capa mullida en la superficie del suelo para facilitar que el aire y la luz entren y circulen con facilidad dentro de la capa arable así como propiciar una mejor conservación de la humedad disponible.
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Para conseguir el mejor beneficio de la escarda se dispone de dos implementos básicos. Uno es un conjunto formado por escardillos de doble vertedera y cinceles reversibles. Aquí los escardillos son de corona ancha y los ángulos del ala son bajos de tal manera que son muy agresivos en su acción cortadora de maleza, pero el suelo apenas es levantado, removido y mezclado, quedando flojo y suelto; lo cual permite que la humedad se conserve por periodos de tiempo más largos con un mejor aprovechamiento de los nutrimentos por las plantas cultivadas.
Sin embargo, el total de malas yerbas desarraigadas no se eliminan ya que una parte vuelve a enraizar en el suelo removido. Por otro lado, en los escardillos doble vertedera y corona alta son más adecuados para laborear en suelos donde predomina el barrial, es decir, suelos de color negro o casi negro y pegajoso donde es muy difícil el estregado, por lo que el desarraigo de las malezas es difícil y problemático.
Sin embargo ayuda en mucho el diseño de la corona, que es en extremo alta, lo cual facilita la acción del estregado y la limpieza de los escardillos cuando el suelo tiene la tendencia a pegarse en ellos por humedad excesiva. Como en el caso de los escardillos de corona ancha, también en estos las malezas no son controladas en su totalidad. De ahí que el empleo de ambos tipos de escardadoras deban usarse en la segunda labor de escarda puesto que el cultivo en esa etapa del crecimiento ya se encuentra en condiciones de competir mucho mejor.
La otra versión de escardadoras es del tipo de azadón rotatorio, basada en una serie de ruedas dentadas en forma de dedos que al avanzar la maquina entre hileras de plantas escarban el suelo y lo remueven, obteniéndose una superficie pulverizada y limpia de malezas.
La eficiencia de operación en campo del azadón rotatorio es cuando la maleza apenas esta arraigando en el suelo, es decir alrededor de los 20 días posteriores a la siembra, lo cual corresponde a la primera escarda. Al controlar la maleza durante la primera etapa se tiene asegurado un control más efectivo para la segunda escarda ya que prácticamente no deja maleza sin eliminar.
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